viernes, 1 de julio de 2011

¿NUESTROS TALENTOS SON VERDADERAMENTE DESARROLLADOS?

El ser humano posee muchos talentos, pero algunas veces esta realidad no es aprovechada de la mejor manera, ya que no se promueve y administra eficientemente.
      
    “Todavía me falta desarrollar, crecer en todos mis planos como mujer, como profesional, como madre, como esposa. Esa es mi motivación para seguir avanzando y creciendo”, nos comentó Susana Matute Charún, docente de Emprendimiento de la Unidad de Estudios Generales de la universidad San Martín de Porres. Palabras iniciales con las cuales invitamos a nuestros amigos a que nos acompañen a mejorar: La administración del talento humano.
   Si se realizara una encuesta entre los encargados de administrar una entidad educativa y le preguntáramos: ¿Cuál es la mayor responsabilidad que enfrentan o cuál es su mayor problema?, es muy probable que respondan que es la administración de su personal. Actualmente el talento humano no se pone en práctica, ¿será que antes se ponía énfasis en aspectos cuantitativos y técnicos?, si bien luego se llevaron a cabo investigaciones sobre el comportamiento humano, ahora es necesario aplicarlo.
   Para comprender y definir el tema del talento humano, debemos conocer los factores que intervienen, es así que encontramos principios y valores que nos ayudarán a crecer como personas y profesionales. No obstante, también se presentan obstáculos a lo largo de este proceso.
PRINCIPIOS Y VALORES COMO FACTORES EN EL DESARROLLO DEL TALENTO HUMANO
   La docente Susana Matute nos dice: “Los seres humanos aprendemos a valorar la vida en tanto nos desarrollamos en un ambiente en el cual la vida es un principio motivacional. Junto con esto podemos asociar principios de calidad, lo cual es hacer las cosas pensando en que sean buenas y hallar satisfacción al lograr lo propuesto”, esta idea nos hace referencia al principio de “valorar la vida”, lo cual es fundamental en todo ser humano y se relaciona con el nivel de autoestima y la motivación que poseamos.
   La autoestima está referida al grado de valoración que nos tenemos a nosotros mismos y que generalmente se manifiesta en nuestra relación con las demás personas. Como vemos en la obra literaria “Como no lo supe antes” del autor Luis Galliani, el personaje Diógenes poseía una gran autoestima y eso le permitía aceptar a las demás personas tal y como eran, como bien lo resume la frase “no podemos dar, lo que no poseemos”.
   En cuanto a la motivación, no es más que “el motor que impulsa nuestra vida” como lo afirma Miguel Ángel Cornejo, célebre orador mexicano. Esta motivación principalmente se centra en los principios, que vendrían a ser los pilares que luego forjarán nuestros valores. Es así que cuando queremos realizar algo, lo hacemos. Y frente a cualquier adversidad, encontramos soluciones. Vemos así que el ser humano tiene la característica de superarse, y para esto requiere de motivación y autoestima, siendo los primeros puntos que debemos entender para desarrollar nuestro talento como verdaderas personas.
   Otro principio muy importante es la libertad, que a lo largo de la historia ha ido evolucionando como concepto, se ha defendido con sangre y se ha luchado para obtenerla. La libertad no es más que la esencia del hombre; en el ámbito religioso, sabemos que la gran limitación y regalo de Dios es la libertad; en la política podemos encontrar la frase “pan con libertad” de Víctor Haya de la Torre, concepciones que nos invitan a pensar que muchas personas olvidamos, pero siempre está allí y no es más que la capacidad de decidir.
   Los invitamos ahora a reflexionar sobre los aspectos interesantes en su vida. ¿Alguna vez no se ha excusado diciendo que fue la presión lo que lo obligó a tomar cierta decisión?, quizá la respuesta  sea sí, pues ahora para  entender mejor por qué hacemos esto hablaremos de la “cultura de las excusas”, según el libro “El camino del líder” escrito por David Fischman muchas veces las personas nos excusamos porque no somos capaces o tenemos miedo de afrontar nuestras responsabilidades, y que para poder salir de dicha cultura tenemos  que tomar conciencia que “la libertad también implica asumir consecuencias”.
    Respecto a los valores, Luzmila Maurtua Gurmendi, docente de Administración General de la Universidad San Martín de Porres nos menciona tres fundamentales: En primer lugar, la honestidad que es una cualidad que nos permite actuar en base a la verdad y ser justos, auténticos, genuinos y objetivos. La honestidad es respetar y comienza por respetarse a uno mismo. En segundo lugar tenemos la puntualidad que se construye por el esfuerzo de estar a tiempo para cumplir con nuestras obligaciones como el trabajo, reunión con amigos, etc. Y por último, pero no menos importante, la responsabilidad que es un signo de madurez pues cumple obligaciones de cualquier tipo, no es precisamente algo agradable porque nos implica un esfuerzo.
OBSTÁCULOS
   Como indicamos anteriormente este proceso tiene obstáculos que pueden significar barreras en nuestro desarrollo personal y profesional. No obstante, una vez que conozcamos los principales podremos vencerlos.
   Según la docente Susana Matute encontramos la resistencia a la propia persona, nos dice que si el ser humano no está dispuesto a descubrir su talento, menos lo pondrá en práctica. En otras palabras, como anteriormente menciona “si la autoestima no es la adecuada la persona se verá estancada”.
   Las reglas muy rígidas, es decir, no estar dispuesto a cambiar de paradigmas, la cual representa un serio problema en el mundo globalizado de ahora. La solución  es simple y podemos resumir en la siguiente oración: “Si no has probado, nunca conocerás las respuestas”.
DESARROLLO FILOSÓFICO.
    Las acciones que debemos siempre tomar en cuenta están basadas en suposiciones. Con respecto de las personas, éstas pueden ser si se les tiene confianza, si les desagrada el trabajo, si pueden ser creativas, por qué actúan de una manera determinada y cómo deben ser tratadas, es decir  comprender una filosofía propia de la administración de personal.
¿QUÉ ES UN PROCESO DE FORMACIÓN Y DESARROLLO DEL TALENTO HUMANO?
   Bueno debemos entenderlo como la formación del comportamiento, los conocimientos y la motivación de los empleados o del recurso humano con el fin de mejorar la relación entre el empleador y los empleados.
   Pero la evaluación del desempeño debemos identificar las brechas entre los comportamientos deseados y los existentes o resultados, y a menudo estas brechas se convierten en los objetivos de la formación.
    La finalidad más importante de los “jefes” o mejor dicho de los líderes de equipo debe ser el logro del desempeño, y este incluye todos los objetivos como costos, calidad de servicios y logros de metas.
   La satisfacción de la fuerza de trabajo debe considerarse como medio y no como un fin, los encargados de dirigir las organizaciones deberían seguir un nivel de desempeño aceptable y como consecuencia de ese logro la satisfacción del trabajador y ser adecuadamente remunerado por el resultado alcanzado.
    Por último, debemos comprender que el desarrollo de la administración del talento humano comienza por el cambio personal con el fin de buscar el  buen desempeño y bienestar de la organización

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